Oda al Rey

¡Oh gran Rey!

Cuantos amaneceres hemos visto.

Cuantos atardeceres, anocheceres, y Tú sigues sorprendiéndonos.

Haz visto civilizaciones enteras construirse y perecer.

Haz visto ciudades enteras blasfemarte y desaparecer.

¡Oh gran rey luminoso! ¡Oh gran Señor del Cosmos!

¡Te mantienes firme y victorioso!

Tú que nos enseñas a iluminar en medio de las tinieblas.

Tu que nos animas a levantarnos y brillar cada día.

Tú que seguirás haciendo salir el sol cada mañana a esparcir su gracia para llenar los campos y montañas de vida.

¡Bendito seas Tú, rey victorioso! ¡Creador del Cielo y de la Tierra! ¡Creador de la Luna, el Sol y las estrellas!

Erigimos hacia Ti nuestro propósito: Triunfar sobre las tinieblas para resucitar en la luz!

¡Convertidos en ondas y partículas haremos estallar la divina chispa en cada esquina y rincón de la mente y del universo!

Como tú lo has hecho desde el principio de los tiempos.

Y así unidos en esta danza divina viajaremos hacia el infinito espacio eterno.

Donde nos volveremos melodía.

Donde nos volveremos un misterio.

Que así quede escrito en el libro de los hechos.

Amén.

Rodrigo Bustos.