Nacimiento del Cosmos

Un gran agujero negro está pariendo una cascada de estrellas. Soles y neutrinos, partículas radioactivas, uranio y selenio. Reacciones atómicas y fisiones nucleares destellan luz que colapsa en agujeros del tiempo. Se forma la galaxia, los mares, los volcanes, las primeras partículas de hidrogeno, oxigeno, y diamantinos océanos.
A mil veces la velocidad de la luz, el divino recorre su obra, y en menos de una milésima de segundo ya lo tiene todo hecho. En la siguiente milésima de segundo aparecen las galaxias, los cometas, los planetas, los delfines, las primeras células y otros cuentos.
¿Me creerías si te dijiera que todo surgió de un pensamiento? Que bastó que el divino dijera "om" para provocar un colapso atómico y de incandescencia tan grande en el universo que ni diez mil fusiones nucleares del sol alcanzarían a rozar una milésima de luz de lo que fue ese momento.
Y aquí estamos nosotros navegando en este gran océano, moviéndonos como simples partículas y fotones en esta danza mística del espacio y del tiempo.