Salida al Súper ("Relatos de Cuarentena")

Hoy salimos a comprar algunas cosas al súper. Tuvimos que hacer la media fila. Después de una media hora aproximadamente logramos entrar. Adentro estaba igual de lleno. La gente comprando y subiendo al carro cosas que quizás no necesitan. "Pero por si acaso" parece ser el lema. Una vez en la fila para pagar observo algunos carros aledaños. Litros y litros de cerveza y copete en algunos. Otros sus buenas papas fritas, confores y hamburguesas. ¿Dónde será la fiesta? me pregunto. ¿Cuál será el motivo en medio de la pandemia? "No seai metío" pareciera con sus ojos decirme uno de los guardias cerca. Bueno, cada loco con su tema.
De pronto una de las cajeras llama mi atención. Con su máscara rosada parecía una bailarina árabe. En estos tiempos hay que usar la imaginación. Sobre todo en esas largas filas que no terminan nunca. Así que me entretuve pensando que estaba en medio de alguna aventura del medio oriente, como esas novelas turcas que antes daban en el mega. Si total con mi pañoleta roja parecía Clint Eastwood, y los demás vecinos también todos cubiertos. Cualquier película podía inventarme en ese momento por la cabeza.
Por fin terminamos de pasar. La imaginación hizo el paso por
el súper una aventura más llevadera. Mientras volvíamos a casa aprovechaba de
observar el camino con más detalle. Ya se hacía de noche. Habíamos estado dos
horas en el súper. Pero ya no importaba. El premio de agregarle una página
nueva a mis relatos lo valía. Y ahora que lo pienso la salida estuvo buena.
Me pregunto cómo lo harán las personas que viven lejos o no tienen familiares cerca. Pregunté a Dios por ellos pero no hubo respuesta. O quizás la hubo pero en el momento no me di cuenta. Entonces agradecí por todo lo que tenía, por todo lo que se me daba. Por la familia, por los amigos, por los buenos libros y la buena mesa.
Hice una pequeña oración por la gente que más lo necesita. Pedí para que haya abrigo, techo y comida. Pedí para que haya calma y paz en nuestros corazones. Pedí por aquellos que necesitan una sonrisa. También para que prospere la creatividad y el ingenio sobre todo en esta época. Y de paso pedí para ser un poco más solidarios con aquellos que más nos cuesta.
Guau.
A lo que llega uno escribiendo con una simple
salida, un tecito caliente con miel y jengibre, y un par de galletas
frescas.
¿Serán estos días de introspección que me tienen con la mente más
despejada y
despierta? Podría seguir escribiendo pero mañana es un nuevo día y
nuevas
aventuras esperan. Por hoy es suficiente. Antes de dormir dejaré cerca
mi pañoleta. ¿Quien sabe si mientras duermo salga al súper a darme otra
vuelta?
***Inspirado en una salida al súper un sábado por la tarde.