Espíritu Emprendedor: Pieza Clave de la Genialidad
Grandes ideas. Escucho la sinfonía de Bach y es increíble como vuelve a sorprenderme. Cómo logra encantarme cada vez que la escucho. Es como una melodía nueva. Realmente un pieza sacada de otro mundo. ¿Qué tendrá esta composición que aún después de escrita hace 300 años mi oído la escucha como nueva? ¿Cómo fue que se le ocurrió escribir tan hermosa y detallada melodía? ¿Cómo llegó a componer con tanta delicadeza y nivel de profundidad?
![Mischa Maisky, violonchelista](https://12813d7706.cbaul-cdnwnd.com/128e832a4a7633becf77bc1451a86cfb/200000254-2790327906/mischa-maisky_eGDDHqj.jpg?ph=12813d7706)
Sin duda son horas y horas de práctica. Horas y horas de esfuerzo, perseverancia y dedicación. Horas y horas de entrega y pasión por su obra. Creo que la entrega total a lo que uno hace es una característica fundamental que distingue a todo espíritu emprendedor. Y mientras Bach sigue sonando en mi computador, me puse a pensar: ¿Qué tienen los genios que logran dejar huella en el mundo? ¿Cuál es el ingrediente secreto para lograr dejar su marca e impronta como legado para la humanidad?
Desde Steve Jobs, pasando por Nicola Tesla hasta artistas como John Lennon. ¿Qué tienen en común todos ellos? Todos lograron un cambio de paradigmas. Todos lograron impactar y revolucionar el mundo en su época, convirtiéndose en leyendas hasta nuestros días y probablemente por mucho tiempo más. Y he ahí hay una pieza clave. Creo que lo que distingue a los grandes líderes y genios es que gracias a su obra y su mensaje han logrado trascender en el tiempo. Han logrado quedar en el inconsciente colectivo como referentes universales en sus distintas áreas. Y para hacer eso dedicaron su vida a realizar aquello que amaban y creían. En algún momento tuvieron que dar un paso decisivo para dedicarse por completo a perseguir un sueño. Un sueño imposible como diría Don Quijote. Un sueño ideal.
Y ese sueño para nadie ha sido fácil. Vienen a mi mente algunos de los grandes líderes de renombre alrededor del mundo. Martin Luther King, John F. Kennedy, Mahatma Gandhi por nombrar algunos. Cuanto nervio antes de sus primeros discursos. Cuantas trabas en el camino para lograr salir adelante en sus luchas. Muchos no vivieron para ver en vida sus sueños hechos realidad. Muchos se fueron con la esperanza de que las generaciones futuras pudiesen ser beneficiadas por aquello en lo que ellos creían. Y creo que por ahí también va la cosa. Por atreverse a luchar por un sueño que trascienda la propia vida, para el servicio de algo mayor.
Y mientras la melodía de Bach sigue sonando, el estimado lector se preguntará: ¿Qué se necesita para emprender? Creo que solo se necesita comenzar. Creer. Empezar. El camino irá dando las respuestas. Lo importante: dar el primer paso hacia ese sueño. Vislumbrarlo. Imaginarlo. Ir dándole forma con los recursos que se presentan y avanzar hacia su realización. El mismo sueño ira evolucionando, creciendo y atrayendo lo necesario que permita llevarlo a cabo con éxito.
Así como Joseph Campbell acuñaba el "viaje del héroe" como el punto de partida de toda gran aventura mística y trascendente en una historia, me parece que el viaje del emprendedor comienza por algo similar. Comienza por seguir ese sueño. Ese sueño que quizás solo tú puede ver, que quizás sólo tú vislumbras como posibilidad. Ese sueño por el cual el mundo se detiene para comunicarte directamente con él. Ese sueño que te invita a dar el siguiente paso, y que a través de su propia consecución te ayuda en el camino a sacar lo mejor de ti. ¿No es eso también parte de nuestros ideales más profundos como seres humanos? El querer mejorar, superarnos, sacar lo mejor de nosotros mismos, volvernos maestros en lo que hacemos para entregar lo mejor al mundo.
En nuestras manos está la posibilidad de inspirar a otros a soñar en grande. En nuestras manos está la opción de creer en nuestras ideas y hacer algo que impacte positivamente a la humanidad y el planeta. Cual sea el camino elegido, hacerlo como Bach: hacerlo de la mejor manera.